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Te sigo esperando, Neus Pastor

by Pep Mirambell

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1.
Sorpresa sorpresa, cumplí mi promesa y me subí a cantar. Fui juntando errores y encontré canciones en la soledad. Y ahora tengo nuevas reglas. No fallarte es la primera de ellas y no ser otra vez ese extraño entre la multitud. Y me acostumbraré a la luz de febreros con el cielo azul y a este frío sin frío, este raro frío del sur. Piano piano, he esperado tanto mi oportunidad. Sé que siempre he sido tan inofensivo como la verdad. Pero tengo trucos nuevos. Todos tratan de perder el miedo y fingir que es casual nuestro choque entre la multitud. Y me acostumbraré a esta luz si es febrero y el cielo es azul y este frío no es frío, es tan solo frío del sur. Y no me digas qué he de hacer. Y no me digas qué es mejor.
2.
Di que sí 04:33
“Es temprano para hablar de amor”, me dice y enciende el ventilador. Le compré un anillo Cartier, ¿y bien? Ella prefiere fresas con nata. Y le delata cada insinuación, no pretende salir del colchón, y su carita de burla tumba mis defensas peón a peón. Bebo horchata en la calle Mayor tarareando una vieja canción y repaso los pasos de baile abrazado al aire por la cintura, y él nos tortura con tanta calor. El verano llegó, ¡vaya si llegó! Y las chicas juegan con sus blusas y nublan mi mente botón a botón. Quizá no sea el mejor amante del mundo, pero puedo ser un digno segundo. Quizá no sea el mejor amante del mundo, pero puedo ser un digno segundón. Solo di que sí... Cómo puedo no prestarte atención, si incluso cuando no te ilumina el sol te trata tan bien la luz de la hoguera que hasta las palmeras parecen celosas. Y no es gran cosa esta tercera opción si mi pregunta buscaba solo un sí o un no y me guiñas un ojo con gracia y cambias de pareja canción a canción. Suena el fiscorno y el saxo tenor. Quizá sea cierto que hay un mundo mejor donde mis errores parecen menores y sueñas con tambores y cornetas. Y las penas cogen otro color junto a las reinas de la Fiesta Mayor, que aún tan bonitas, ante la duda saludan fogosas balcón a balcón. Es evidente que al mirarte me achanto, ¿pero no era eso parte de mi encanto? Es evidente que al mirarte me achanto, ¿pero no fue eso lo que te encantó? Solo di que sí... Sale el sol y mi única certeza es que querría borrar mis torpezas, como el servicio de limpieza barre las cenizas del final de fiesta. Y me tapan los ojos por la espalda y por sorpresa y eres tú y tu voz susurrando directa a mi oreja: “Quizá lo nuestro siempre sea un desastre, pero yo no hago planes con cobardes”. "Quizá lo nuestro siempre sea un desastre pero yo no hago planes con cobardes". Solo di que sí...
3.
Esto es solo una proposición y es solo para ti. Soy el chico que bailaba raro mirando hacia aquí. Solo quiero hablar contigo sin llegar a oírnos y acercarme un poco más a ti para hablarte al oído. Y en un choque invitarte a bailar, y pisarte nada más empezar, y captar la señal inesperada de tus mellijas coloradas. Prometo dejarme llevar y ser vulnerable. Prometo prometer no enamorarme. Solo quiero que tú quieras quedarte conmigo y alargar así nuestra canción fingiendo un descuido. Y besarte si me intentas besar, y te burles de mi inseguridad, y sentirnos rodeados y a solas entre vendedores de rosas. Yo intentaré guardar la calma de camino a tu casa. No te disculpes tú por el desorden de encima de tu cama. Solo quiero no volver a dar con la frase equivocada y descubrir a la mañana que cada día estás más guapa. Y dejarme de una vez de ensayar, y alejarme de la barra del bar, y sacar de algún sitio el valor para hacerte esta proposición.
4.
Si ha acabado la función, ¿por qué este sol no me deja dormir? ¿Tan raro es pedir tiempo muerto si solo los muertos saben que es vivir? Me acostumbré a desaparecer y a no pensar en no pensar. Y creo que lo he conseguido. No era fácil mantenerse en pie en tu castillo de naipes de papel maché, así que huí por el tejado. Sin despedirme me fui como marcha el verano. Me prometí no echar de menos, mirar al frente e irme bien lejos. Y mis zapatos hicieron el resto. Fue más fácil de lo que supuse. Tienen remedios comunes los males comunes. Remedios comunes.
5.
Daniela esperó que encendieran las catorce velas del pastel de cumple. Daniela fingió sorprenderse cuando de repente apagaron las luces. Daniela no dudo instante en contener el aire para preparar un soplido imposible de esquivar. Daniela conoce al detalle cada detalle de sus coreografías. Daniela ha dejado un beso preso en cada fotografía. Daniela no puede evitar derretirse cada vez que le oye cantar "I will never say never! I will fight!". Daniela pidió un deseo que no se podía contar. Por mucho que le insistan no lo hará. Daniela pidió un deseo que no se podía cumplir y ahora el tiempo nos dirá si toca llorar o reír. Alberto observó aquel objeto posado ligero sobre su mejilla. Alberto logró pellizcarlo centrando en dos dedos toda su pericia. Alberto enseñó la pestaña a la chica extrañada como explicación, cerró los ojos, se acercó el dedo y sopló. Alberto la ve cada día en la heladería pidiendo un coyote. Alberto sabe que en septiembre gastará el billete de vuelta hacia el norte. Alberto memoriza frases que casi no sabe que quieren decir: ne me quitte pas aprés l´été, reste ici. Alberto pidió un deseo que no se podía contar. Por mucho que le insistan no lo hará. Alberto pidió un deseo que no se podía cumplir y ahora el tiempo nos dirá si toca llorar o reír. Siempre voy a la venida de la estación en la misma fecha. Y siempre vuelvo y tengo la misma sensación de que tú estás cerca. Yo también pedí un deseo que no se podía contar y me puse a pregonarlo en cada bar. Yo también pedí un deseo que no se podía cumplir y ahora el tiempo nos dirá si toca llorar o reír.
6.
"Ninguna canción te rescatará" te quise gritar antes de marcharte. En cambio mi última frase fue un mediocre "hoy no voy a cenar". Es duro entender que esta vez... Que esta vez tú podrás olvidarme y que será aún más insoportable mi insoportable levedad. Quizá sea ésta la señal de que ya me llegó la hora de subir a cantar a la lona preparado para encajar golpes, o descubrir dónde se esconde la ballena de Monforte y descansar para siempre allí... Allí recogido en su vientre. Si soy el hombre común que comúnmente espera el final de la guerra aquí... Aquí sentado en la azotea. El hombre que por una vez tuvo claro que debía hacer y medio cigarro después volvió ser demasiado tarde. Es cierto, lo confieso: nuestro segundo primer beso fue quizá lo mejor 
que jamás... Que jamás me he llevado a la boca. Pero toca recoger las copas mientras el fantasma de la derrota baila solo un vals y te vas... Y te vas como marcha el resto de invitados.
 "¿Ser o no ser, Mirambell?" me repite aquel viejo estornino. Plantó su nido en mi dormitorio y es un incordio oírle reír mientras me encojo de hombros y miento: "en cierto modo ya no me importa". La vida se toma su tiempo y acaba siendo demasiado corta. Y ahora soy el hombre común que comúnmente espera el final de la guerra aquí... Aquí sentado en la azotea. El hombre que por una vez conoció el sabor del placer y medio cigarro después volvió ser demasiado triste.

credits

released October 21, 2011

Todas las canciones compuestas por Pep Mirambell y René Macone.

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Pep Mirambell Sant Vicent Del Raspeig, Spain

Pep canta canciones sobre el amor y la terreta.

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