1. |
La Costa Blanca
03:39
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Creo que tengo un plan para olvidarte
y no, no parece un buen plan…
Estoy mirando al mar y no pasa nada.
Confié en la canción equivocada.
Me gusta más ver dos toallas
en primera línea de playa
que este horizonte vacío y recto
sin tan siquiera un lejano barquichuelo que mirar.
Fallé escogiendo destino,
si, amor, tú eras lo más bonito
de la Costa Blanca.
He empezado tener visiones raras:
que corrías hacia mí y me pasabas.
Te fundías en un abrazo
con otro tío mucho más alto
y yo no era capaz de pasar un segundo
sin reprocharme aquello que hizo a nuestro mundo naufragar.
Quizás este perdiendo el norte
sin ti perdida tan al norte
de la Costa Blanca.
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2. |
El diluvio
03:10
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Cuando te vi aparecer me quedé congelado.
Tú en cambio me saludaste con tanta naturalidad.
Pedimos los dos café: tú uno solo, para mí un bombón,
y pensé: "ya voy por debajo en el marcador".
Hicimos eso que llamas “ponernos al día”
esquivando ciertos temas con la destreza de los ex.
Llegó la hora de irte habías quedado para correr
y justo al pedir la cuenta empezó a llover.
Yo ya estaba sumando las cosas que no había dicho
a la lista de cosas que nunca te voy a decir,
y el diluvio que todos los años nos cierra el verano
decidió adelantarse para no dejarte salir.
“Cuando llueve así en septiembre suele ir para largo”
te dije y el camarero asintió desde fondo del bar.
Le pedí un par de cervezas y cuando me giré hacía ti
me encogí de hombros y tú te empezaste a reír.
“Así que ahora haces deporte, yo di algún concierto
y acabé esa canción para invitarte al baile del farol”.
Nuestras manos se rozaban y no parecías quererlo evitar.
Tragué saliva y pensé: “ahora o nunca, chaval”
.
Lo siento por los turistas que estarán mirando al cielo
atrapados en un rascacielos de Benidorm,
pero creo que hasta incluso ellos estarían conmigo
si supieran cuánto me ha costado encontrar la ocasión
de decirte "te sigo esperando, Neus Pastor".
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3. |
Juan el Santapolero
04:25
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Le prepararán
algo de comer
y pondrán la mesa
solo para él.
Recordará los gritos de cuando era él quien embuchaba a sus hijos
y, aunque ellos sí lo hacían, no protestará.
Se levantará
para recoger,
casi de una en una,
migas del mantel.
Mirará a cada lado para revisar si alguien le está observando
y cuando esté seguro repasará el plan:
hacerme el dormido
frente al televisor
y escaparme cuando dejen
de mirar al salón.
No se detendrá
hasta verse allí,
en la vieja finca
del Carabassí.
Se buscará una perra que sea tan lista como lo era Gilda
y seguirá la siembra donde la dejó.
Solo hay que esperar
la oportunidad
de ojos cerrados
quieto en el sofá.
Trepará las higueras para comprobar si están buenas las brevas
y comerá a la hora que él quiera comer.
Volverá a su casa
en una hora o dos
y fingirá despertarse
frente al televisor.
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4. |
Modus ponens
01:23
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Vine a hacerte reír,
pero te hice llorar.
Nunca es justo el final,
nunca que se queda en tablas.
Y a la larga siempre es igual:
borrarás sms
y las listas de reproducción
que hice en tu ordenador.
Me recordarás por el minuto
en el que lo eché todo a perder.
Esto es lo que he conseguido
y lo aceptaré.
Y la lógica se impondrá:
te incomodaré en las fiestas
y buscaremos modos de vivir
donde no coincidir.
Puede que tengas razón
que si sé algo del amor,
algo con precisión,
es cómo perderlo.
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5. |
Fran y Laia
03:57
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Si tú
no pasaras toda la mañana ojeando esos blogs de moda.
Y yo
no fingiera estar siempre ordenado los libros de ciencia ficción.
Podría pasar, un cruce de miradas,
sentirnos los dos solos en la galaxia.
Lo sé, debajo de ese look de princesa hay una esclava presa
que se muere de ganas de hacer aunque sea una vez ruido en la biblioteca.
Cuando estoy a tu lado quieres disimularlo,
pero hay algo en tus ojos que brilla más que los cometas.
Podrías probar, deshacerte esa raro peinado
y dejarte llevar por mi encanto de nuevo becario.
Y decirme flojito un te quiero.
No jugar al despiste otra vez.
Y decirme por fin “te quiero”.
Y poder contestarte “lo sé”.
Si tú
no miraras tanto a la ventana para vigilar tu bici.
Y yo
no gastara las horas enteras recorriendo el campus virtual.
Podría pasar, el encuentro esperado,
un eclipse entre dos soles muy, muy lejanos.
Lo sé, detrás de ese sonrisa rebelde hay un hombre decente
que querría abrigar con su chupa a esta chica flacucha en las noches de viernes.
Cuando estoy a tu lado quieres disimularlo,
pero cada latido es como si estallara un planeta.
Podrías probar a tragarte ese estúpido orgullo
y dejar de ensayar esas tácticas de tipo duro.
Y decirme flojito un te quiero.
No hacerte el arrogante otra vez.
Y decirme por fin “te quiero”.
Y poder contestarte “lo sé”.
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6. |
Las reglas del baile
03:23
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Sí, esto es el final.
Querría sacarte a bailar por primera vez.
No tienes que hacer nada,
solo dejarte llevar al compás de la banda.
Y cuando apague el farol no volveré a molestarte,
te prometo respetar las reglas del baile.
No, no es ninguna táctica.
Yo no sé simular una pena máxima.
Ya sé que esta canción está en la lista de errores
donde fueron a parar todas las anteriores… Las cinco anteriores.
Es tan solo un baile.
Nuestro último baile.
Nuestro primer baile.
Y que el último instante lo decida el farol.
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Pep Mirambell Sant Vicent Del Raspeig, Spain
Pep canta canciones sobre el amor y la terreta.
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